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Smartwatch vs. teléfono - ¿Cuál es mejor para hacer deporte?

Etiquetas: Duelo | Inteligentes

20.2.2025 | 4 MIN

Cuando alguien se inicia en el deporte, suele empezar utilizando su teléfono móvil o pensando que es suficiente y que un smartwatch no es necesario. Hasta cierto punto, esto no es del todo cierto, así que vamos a repasar algunos argumentos por los que un smartwatch es realmente más adecuado para hacer deporte que un teléfono móvil.

Para empezar, me gustaría aclarar un punto importante: ¿es realmente necesario un smartwatch para hacer deporte? En absoluto. Sí, puede parecer paradójico decir esto en un artículo de una tienda online de smartwatches, pero no quiero venderte humo.

La otra pregunta, sin embargo, sería si realmente se necesita un teléfono móvil para hacer deporte. La respuesta es la misma: definitivamente no. Sí, un teléfono móvil tiene la ventaja de que prácticamente todo el mundo tiene uno y puede usarlo sin necesidad de practicar deporte.

Muchas personas también tienen smartwatches y quizá ni siquiera los usen para hacer ejercicio, pero el porcentaje de usuarios en comparación con los teléfonos móviles es significativamente menor.

En resumen, para hacer deporte definitivamente necesitas más unos pantalones cortos que un teléfono móvil o un smartwatch. Sin embargo, hay algunas razones por las que un smartwatch supera claramente al teléfono, y muchas personas ni siquiera lo tienen en cuenta.

Duración de la batería y seguridad

Si los smartwatches tienen una gran ventaja en algo (exceptuando aquellos con Wear OS y watchOS), es sin duda la duración de la batería. La mayoría de los smartwatches pueden alcanzar al menos 24 horas de autonomía con el GPS activado. En cambio, un smartphone con posicionamiento activo suele durar apenas unas pocas horas.

Sin embargo, lo más importante no es tanto la duración exacta de la batería, sino qué dispositivo prefieres que no se quede sin energía. Por más ventajas que tenga un smartwatch en este artículo, nunca podrá superar al teléfono móvil en términos de seguridad y posibilidad de pedir ayuda en una emergencia. Sí, los smartwatches con LTE son una excepción, pero solo una minoría de usuarios los posee.

Sensores

Si dejamos de lado el acelerómetro, el GPS y el giroscopio, los smartwatches superan claramente a los teléfonos móviles en cuanto a sensores. Uno de los más importantes es el sensor de frecuencia cardíaca, algo que en un teléfono móvil solo podrías obtener comprando una banda pectoral.

Sí, es cierto que muchos usuarios de smartwatches también optan por una banda pectoral para mejorar la precisión, pero la mayoría sigue confiando en el sensor óptico integrado en el reloj. Y lo mejor es que no supone un gasto adicional.

Lo más relevante es que estos sensores (especialmente el de frecuencia cardíaca) funcionan en todo momento, no solo durante la actividad física. Así obtienes datos detallados sobre la evolución de tu ritmo cardíaco, niveles de estrés (medidos a través de la variabilidad de la frecuencia cardíaca), calidad del sueño, entre otros.

Desde el punto de vista del estilo de vida, los smartwatches son mucho más útiles que los teléfonos móviles, que, siendo sinceros, pueden llegar a perjudicarlo más de lo que ayudan.

Seguimiento completo de la actividad deportiva

Este apartado puede ser controvertido, ya que existen aplicaciones móviles con análisis avanzados, recomendaciones de entrenamiento y otros datos útiles. Sin embargo, volvemos al mismo punto: para obtener información precisa, necesitas una banda pectoral. Sin datos de frecuencia cardíaca, el análisis del entrenamiento pierde mucho valor.

Otro punto a considerar es que la mayoría de estas aplicaciones móviles requieren una suscripción, mientras que el software de los smartwatches generalmente ofrece estas funciones sin coste adicional.

Si comparamos el análisis gratuito de una aplicación móvil con el de una app asociada a un smartwatch, sin duda la segunda opción ofrece más información útil. Gráficos detallados, análisis de carga de entrenamiento, sugerencias para mejorar el rendimiento y optimizar futuras sesiones. Por supuesto, esto varía según la marca, pero, en general, cualquier smartwatch ofrecerá un análisis más completo que una app gratuita de móvil.

Diseño, comodidad, durabilidad

Por su tamaño compacto y su ajuste a la muñeca, es evidente que un smartwatch es más adecuado para la práctica deportiva que un teléfono móvil. Esto es especialmente cierto en deportes de contacto como fútbol, deportes de combate, baloncesto, hockey, etc., en los que llevar un teléfono resulta poco práctico o incluso peligroso.

Otro punto clave es la comodidad. En algunos deportes, encontrar dónde guardar el teléfono puede ser un problema. Las fundas para el brazo ya han pasado de moda (y personalmente, espero que así siga), no todos los pantalones deportivos tienen bolsillos adecuados y llevar el teléfono en la mano puede resultar incómodo.

Con un smartwatch, no tienes que preocuparte por nada de esto, lo que te da una mayor sensación de libertad. Además, al no recibir llamadas ni mensajes constantes, puedes centrarte completamente en tu actividad. Sí, el modo "No molestar" en el teléfono puede solucionar esto, pero siempre queda la tentación de desactivarlo en cualquier momento.

Fuentes de las fotos:

  • Freepik.com
  • Fotos oficiales de Garmin